jeudi 24 mai 2012

poema de hace varias semanas

*
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Un sol de oro entra por el techo :

no soy virgen, parece gemir

la Tierra, desanimada

frente al súbito despertar de esta primavera ;

yo abro mi cuerpo como la granada,

parece gemir tan joven en el lecho.

Las rocas de su cuerpo en el desierto y en la bruma:

la vida exhibida y el fantasma disuelto

cuando el aire se fuma la zarza feliz del desacierto.

Tiradas, tiradas están las semillas

de la hembra sobre la pulpa de mi lengua,

sobre el alto valor de cualquier otro paraíso.

Y vengo nada mas que para eso,

y para que se pare ella ;

miel de fuego :

luego brota, trota y pare.

Nupcias de luz y de instantes :

los paseantes se desnudan en el tiempo,

se escribe sola la mitologia

como sola se encuentra la descripción del tapir

o del orgasmo, y siempre la primera.

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